Presentación de Nocturna por Joe Lemat

Todo poema esconde palabras secretas, palabras que no están a la vista fácil ni a la mirada veloz. Con los nombres sucede lo mismo. En un nombre pueden estar contenidas varias palabras. 

En SAMIR se puede leer RIMAS y también, aún más escondido está MIRA.
Los textos de Samir Muñoz me hablan de amores escondidos en nuestros pechos adolescentes, en nuestros viajes en metro, en la urbe que se traslada a través de vagones, encerrados, enfrentados a ellos mismos mirando reflejos en las puertas que se deslizan una y otra vez en cada estación. En miradas eternas que pueden durar una Línea completa que se terminan cuando hay que dejar bajar antes de subir.

Recuerdo a Teillier escribiendo sobre su aldea, tratando de volver a ella. En NOCTURNA recuerdo la ciudad, descrita desde más allá de la frontera. Los caballos se transforman en vagones de metro, las chimeneas en smog y los grillos en perros persiguiendo ruedas de colectivos.

Si nada es al azar, entonces todo es un milagro. El libro de Samir ilustrado por Niktálope, animales capaces de ver en la oscuridad, en la profunda oscuridad de la ciudad nocturna.